Hay varias causas posibles para la pérdida de hueso dental y conocerlas ayudará a realizar una prevención cuidada o tratar el problema, siguiendo los consejos de un especialista, cuando sea necesario tomar medidas.
De hecho, la principal medida a tomar para prevenir la pérdida de hueso dental, o cualquier otro problema relacionado con la salud buco dental es acudir a un especialista de forma periódica para mantener la boca en perfectas condiciones y darse cuenta a tiempo de cualquier cuidado adicional que se deba tener.
De igual modo, el especialista estará atento a la pérdida de densidad ósea, que siendo menos común que la pérdida de volumen óseo, también puede aparecer y, diagnosticado a tiempo, solucionar con algunos cuidados básicos. Factores como la dieta, desequilibrios hormonales y estilo de vida, entre otros, puede llevar a la pérdida de densidad del hueso y que se vuelva más poroso.
Causas de la pérdida de hueso dental y cuál es el tratamiento
Una de las causas más comunes para la pérdida de hueso dental es la periodontitis crónica. Las bacterias presentes en la zona van destruyendo el hueso y los ligamentos periodentales, de forma gradual y mientras no se tomen medidas adecuadas.
Otra causa bastante común es por la pérdida de piezas dentales que no se reemplazan. El hueso mandibular se mantiene en perfectas condiciones a través de estímulos como la masticación. Al faltar piezas dentales, no hay presión frecuente en el hueso proveniente de la masticación de alimentos y el hueso se reabsorbe, desapareciendo de forma gradual con el tiempo.
Del mismo modo, unos dientes desalineados tampoco tendrán la presión adecuada para el mantenimiento del hueso, pudiendo originar pérdida de hueso dental si no se soluciona el problema a tiempo.
Los tratamientos más adecuados están relacionados con la causa que originará la pérdida de hueso y es el profesional el que podrá aconsejar el mejor tratamiento en cada caso específico.
Si en el caso de la periodontitis es necesario tratar la patología para que no siga progresando, cuando la causa es la falta de piezas dentales hay varias opciones que se pueden evaluar. Sin embargo, recurrir a dentaduras postizas no suele dar los resultados deseados porque la presión ejercida en el hueso no será la necesaria y porque causan el desgaste del hueso, empeorando y acelerando su pérdida. En estos casos, es probable que el especialista valore la opción de los implantes dentales o dentaduras postizas fijas.
Sin embargo, cuando ya se ha perdido el hueso mandibular, será necesario recurrir al injerto óseo.
Acudir a consultas periódicas es la mejor prevención que se puede realizar para evitar problemas futuros. El especialista, además de aconsejar la mejor solución cuando surja algún problema, incluso en sus etapas iniciales, estará atento a cualquier alteración que pueda surgir a través pruebas diagnósticas como la captura de imágenes 3D.