Los implantes dentales son productos sanitarios que sustituyen el diente a través de un tornillo de material biocompatible, que se une perfectamente al hueso mandibular.
Hay situaciones en las que es necesario ponerse un implante pero no se cuenta con el hueso suficiente para realizarlo de forma adecuada. En esos casos, se suele hablar de implantes dentales sin hueso.
Implantes dentales sin hueso, ¿qué son?
Los pacientes que no cuentan con una estructura ósea suficiente para poner un implante, ya sea por alguna enfermedad o por la falta prolongada de piezas dentales, encuentran la solución con los implantes dentales sin hueso.
Estos implantes son similares a los demás, una estructura con rosca que se inserta en la mandíbula y se reviste con una pieza dental artificial, logrando un aspecto muy natural y funcionalmente eficaz. Sin embargo, se necesita una porción de hueso al que se osteointegrará el implante y en el caso de que el paciente no cuente con volumen de hueso suficiente, se colocan unos implantes especiales, debidamente estudiada la zona de inserción y la posición de implantación. En algunos casos, siempre que necesario, se lleva a cabo un injerto de hueso dental.
¿Para quién están indicados?
Los implantes tienen una función estética y funcional muy importante, proporcionando a la boca un aspecto sano, mejorando la sonrisa y ayudando a la correcta masticación y posterior absorción de nutrientes. Pero, de igual modo, la falta de piezas dentales reduce el volumen de hueso mandibular y perjudica la sujeción de las piezas dentales sanas, por lo que poner un implante no es apenas una cuestión estética.
El especialista recomendará el implante dental sin hueso siempre que sea necesario poner un implante y el paciente no cuente con un volumen de hueso suficiente. De este modo, se soluciona un problema existente y se actúa de forma preventiva evitando pérdidas de nuevas piezas dentales.
Paso a paso
Antes de poner un implante, hay que contar con el paso previo del diagnóstico y estudio personalizado. El especialista valorará la necesidad de algún tratamiento previo para solucionar enfermedades bucodentales existentes que interfieran con el implante y se realizarán pruebas diagnósticas de imagen, como una panorámica y un TAC 3D, que permitirán conocer el estado real del hueso y las necesidades personales de tratamiento del paciente.
Es con las imágenes obtenidas en el diagnóstico que el especialista puede planificar el plan de tratamiento personalizado para el paciente, adaptado a sus necesidades reales. En este momento es posible realizar una férula que servirá de guía, durante la cirugía, para colocar los implantes en el punto adecuado.
Si el paciente no tiene volumen de hueso mandibular suficiente, el especialista habrá evaluado la situación y sabrá qué método es el más adecuado a la situación. En estos casos, se puede colocar un injerto de hueso que sostendrá el implante posteriormente o la colocación de implantes cigomáticos, recomendados para pacientes que tienen atrofia maxilar pero que no se van a someter a un injerto. La elección entre un método u otro depende de varios factores y se evaluará durante el diagnóstico previo.
Una vez llegado a este punto, el cirujano colocará el tipo de implante adecuado, ya sean implantes dentales unitarios o múltiples.
Principales ventajas frente a otros implantes
Cuando el especialista recomiende este tipo de implantes es porque, seguramente, con los otros implantes no se lograrían los resultados esperados. Pero además, con los implantes dentales sin hueso, se consiguen evitar cirugías complejas de colocación de injertos óseos precios a los implantes. Además de la complejidad de la cirugía del injerto, el tiempo de tratamiento y el precio se verá igualmente reducido.
Con los implantes sin hueso, las coronas dentales se pueden colocar en un tiempo reducido, no siendo necesario esperar medio año para que se obtengan los resultados finales del injerto. En menos de un día el paciente puede tener colocados los implantes de carga inmediata y realizar su rutina de forma habitual, sin esperas, volviendo a masticar y sonreír enseguida.
Otra gran ventaja de este tipo de implante frente a otros es el postoperatorio ligero, rápido y prácticamente sin molestias. El paciente podrá retomar su vida en poco tiempo y no pasará por un proceso largo y complicado hasta tener sus implantes colocados. De hecho, la intervención suele durar menos de una hora y el paciente se irá a casa con la sonrisa nueva el mismo día.
Duración de los implantes dentales sin hueso
Con unos cuidados básicos adecuados, una correcta higiene dental y realizar las revisiones periódicas que el especialista indique durante la intervención, los implantes dentales sin hueso tienen una duración muy alta. En las revisiones se irán comprobando el estado de los implantes pero, principalmente, que no surjan problemas o enfermedades en otras estructuras dentales que perjudiquen el estado de salud bucal y acaban por interferir con los implantes.
Mantener el cuidado de la boca y cuidar la higiene es la mejor forma de mantener los implantes en buen estado durante bastante tiempo.