Lograr una sonrisa perfecta necesita, casi siempre, un trabajo conjunto, por parte de un profesional especialista y del paciente, con el objetivo de diagnosticar y tratar problemas bucales existentes. El tratamiento idóneo puede llevar su tiempo aunque eso no significa sufrir durante el proceso. Por ejemplo, es posible tener dientes fijos en un solo día gracias a la implantología avanzada.
Uno de los problemas que más influye a la hora de intentar ocultar la sonrisa es la falta de piezas dentales. Con la implantología inmediata, es posible hacer las extracciones necesarias y colocar los implantes y dientes fijos en el mismo día, consiguiendo recuperar la sonrisa y las rutinas habituales prácticamente enseguida.
La implantología avanzada paso a paso
Las ventajas de colocar dientes fijos en vez de prótesis van mucho más allá que la estética, aunque este es un punto igual de importante. Y colocar los dientes fijos desde el primer día hace que las ventajas se noten mucho antes.
Los dientes fijos son mucho más estéticos que las dentaduras de quitar y poner, siendo la diferencia con la dentición real prácticamente imperceptible. Además, son mucho más cómodos. A la hora de volver a retomar las rutinas habituales, los dientes fijos tienen también muchas ventajas. Permiten una alimentación normal desde el inicio, con algunas excepciones de alimentos más duros que pueden ocasionar daño, al mismo tiempo que logran una mejor y más rápida cicatrización de la encía.
El proceso es sencillo y cómodo. El primer paso consiste acudir a la consulta para que el especialista pueda estudiar el caso de forma personalizada y encontrar la solución más adecuada. En este momento se realizarán todas las pruebas de imagen oportunas para poder iniciar el tratamiento en el día estipulado. Si es necesario, se hacen las extracciones convenientes sin que eso altere el proceso y lo tiempos del implante. También se puede evitar la necesidad de recurrir a injertos de hueso.
En el hueso disponible, y siguiendo la planificación previa que se pudo estudiar a través de las imágenes, se colocan los implantes con una inclinación determinada, que se calcula de forma personalizada para obtener el mejor resultado en cada caso. De este modo se reduce la necesidad de injertos óseos y se consiguen utilizar implantes más largos, que aportarán una mayor estabilidad a los dientes.
Una vez colocados los implantes, en el mismo momento de la cirugía, se coloca la prótesis provisional que se utilizará mientras se produce la oseointegración. Esta prótesis es totalmente estética y funcional, permitiendo recuperar la rutina enseguida y volver a sonreír sin ocultar los dientes.
Cuando el proceso de oseointegración esté completo, o sea, cuando los implantes se hayan integrado de forma correcta al hueso maxilar, se hará la sustitución de la prótesis provisional por la definitiva.
Todo el procedimiento es indoloro, sin molestias para el paciente, utilizando el especialista sedación para una correcta relajación.
En este momento, el tratamiento estará completo, aunque el paciente ya tenía su nueva sonrisa, perfecta y sana, incluso antes de dar por finalizado el tratamiento.